
Acaba de entrar en la tercera década de su vida y puede estar orgullosa de ser la primera modelo negra que consiguió una portada de en prestigiosa revista [Vogue]. Sus rarezas y sus desplantes le han dado fama de caprichosa. De novio en novio y de capricho en capricho, Naomi Campbell sigue en la cumbre de las pasarelas.
La era de las supermodelos ha llegado a su fin
La diosa negra de las pasarelas ha posado para los más prestigiosos modistos, aunque su vinculación con la familia [Versace] y [Valentino] parece más sólida que nunca. Naomi ahora se da cuenta de que ha crecido demasiado deprisa, pero es consciente también de que estaba en el lugar oportuno en el momento adecuado. "La era de las supermodelos ha pasado a la historia. A principio de los noventa, fueron los medios de comunicación los que nos obligaron a estar en la cima. Desde entonces, han estado intentando que nos bajáramos, pero no lo han conseguido". Campbell pertenece a esa generación de mujeres que no se conforma con triunfar sólo en un campo. Tiene sus propios negocios abrió junto a las modelos Claudia Schiffer, Elle Macpherson y Christy Turlington una cadena de restaurantes, [Fashion Café], invierte su dinero en el sector inmobiliario, juega en Wall Street con los más grandes, incluso ha probado suerte en el mundo de la música grabó un disco, Babywoman, en 1994-, el cine ha participado en una [veintena de películas]- y la literatura -ha escrito dos libros, Swan y Naomi, de los que el 40 por ciento de los beneficios fueron para la Cruz Roja de Somalia-.